miércoles, 30 de julio de 2014

¡Mi cuerpo tiembla!

Si alguien puede dejar de fumar, puede hacer cualquier cosa. Dicen por ahí que uno siempre puede hacer lo que se proponga, pero a los ex fumadores les pega diferente. De pronto se siente orgullo y cierta superioridad al ser ex fumador. Es que en realidad al ser ex de cualquier cosa se siente superioridad: cuando superás a tu ex, cuando decís que sos ex jugador de fútbol 5. Dejar, cambiar, evolucionar son palabras que esconden intrínsecamente el  período de abstinencia, que no solo se siente con sustancias adictivas sino también con personas, cosas y hasta acciones adictivas. El ser ex de algo significa haberse desprendido de algo, fuera o más allá. Se puede ser ex fan de Wanda Nara, ex-novio, ex-marido, ex-vicedirector, o hasta ex Unión Soviética... La palabra lo dice todo: se cambia el sentido de pertenencia, al decir "ex"queda abierto a otra cosa... a millones de posibilidades para luego pasar a ser ex de una nueva cosa, lugar, acción, persona o lo que sea. Hay que cerrar puertas para abrir otras dice un proverbio... se necesitan al menos dos puertas abiertas para que circule una correntada de aire, para que se sienta el aire fresco y renovado me dijiste vos. Ahí es cuando me pongo a reflexionar y caigo en un cambalache mental y pienso que cerré las puertas de aire contaminado y abrí las del aire puro... y no solo me refiero al cigarrillo...  Siento una fuerte ráfaga de aire purificado otra vez y respirar ya no cuesta, mi cuerpo tiembla al volver a encontrarse bien naturalmente. 
Si me hacés temblar es porque algo fuerte está pasando... si no es miedo entonces tiene que ser algo lindo.


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